Enfermos de VIH con edades avanzadas presentan un reto
La esperanza de vida de los afectados por el VIH ha aumentado
rápidamente gracias a la terapia retroviral, pero la edad cada vez más
avanzada de los enfermos supone un reto para sistemas sanitarios del
mundo, alertó ayer la revista científica The Lancet.
En 2018, el número de personas mayores de 50 años infectadas por el virus era de 7.5 millones, más del doble que una década antes (3.3 millones), según datos del Programa de Naciones Unidas para la Lucha contra el Sida (UNAIDS).
The Lancet, que publica una serie de artículos sobre el VIH poco antes del Día Mundial del Sida (1 de diciembre), advierte de que las autoridades sanitarias de la mayoría de países no están preparadas para cumplir con las necesidades que ese grupo de población requerirá en los próximos años. “La esperanza de vida ha avanzado a gran velocidad desde el final de la década de 1990.
El 59% de los 36.9 millones de personas que viven con VIH están
recibiendo terapia retroviral”, señala Jeffrey Lazarus, investigador del
Instituto de Salud Global de Barcelona. “Sin embargo, eso significa que
los sistemas de salud son responsables de cada vez un número mayor de
personas con VIH que envejecen”.
Aunque los tratamiento retrovirales pueden lograr que la carga viral del VIH quede suprimida, las personas que han sido infectadas presentan una incidencia mucho mayor de problemas sanitarios asociados. Los objetivos que se han marcado hasta ahora las autoridades sanitarias alrededor del mundo respecto al VIH no tiene en cuenta ese factor, alerta The Lancet.
Por ese motivo, los investigadores llaman a que la ONU agregue a su programa de trabajo “una medida que reconozca la importancia de mejorar la calidad de los cuidados sanitarios que reciben las personas que viven” con el virus.
Aunque los tratamiento retrovirales pueden lograr que la carga viral del VIH quede suprimida, las personas que han sido infectadas presentan una incidencia mucho mayor de problemas sanitarios asociados. Los objetivos que se han marcado hasta ahora las autoridades sanitarias alrededor del mundo respecto al VIH no tiene en cuenta ese factor, alerta The Lancet.
Por ese motivo, los investigadores llaman a que la ONU agregue a su programa de trabajo “una medida que reconozca la importancia de mejorar la calidad de los cuidados sanitarios que reciben las personas que viven” con el virus.
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