miércoles, 13 de noviembre de 2019

Un viaje de 1.720 kilómetros a Cúcuta para llenar las despensas de Caracas

La venezolana Mariela Allen deja a sus hijos en casa, toma un par de maletas vacías y sube al autobús que la llevará desde la ciudad de Guarenas, cercana a Caracas, hasta la colombiana Cúcuta, donde comprará productos diversos y alimentos que llenen su despensa todo un mes, ante la escasez y los elevados precios que alcanzó Venezuela.
En su viaje de ida y vuelta, cuyo pasaje cuesta 25 dólares, esta ama de casa de 43 años pasará más de 24 horas a bordo del autobús, que recorrerá 1.720 kilómetros y atravesará siete estados del oeste de Venezuela para llegar a Cúcuta.
La venezolana Mariela Allen deja a sus hijos en casa, toma un par de maletas vacías y sube al autobús que la llevará desde la ciudad de Guarenas, cercana a Caracas, hasta la colombiana Cúcuta, donde comprará productos diversos y alimentos que llenen su despensa todo un mes, ante la escasez y los elevados precios que alcanzó Venezuela.
En su viaje de ida y vuelta, cuyo pasaje cuesta 25 dólares, esta ama de casa de 43 años pasará más de 24 horas a bordo del autobús, que recorrerá 1.720 kilómetros y atravesará siete estados del oeste de Venezuela para llegar a Cúcuta.
'La mayoría de las cosas (que compré) están en Venezuela, pero uno no las puede comprar (allá), no te alcanza (el dinero). Por eso hacemos el sacrificio de venir', dijo Allen a Efe mientras apilaba, ya en Cúcuta, sus compras en una plaza del centro de la ciudad colombiana, donde los venezolanos apuran el tiempo para aprovechar el viaje.
Antes de llegar allí, en el trayecto de ida de unos 860 kilómetros, la mujer disfrutó de varias paradas cortas que apenas le permitieron estirar las piernas y comer, pero no asearse o descansar.
Es la quinta vez que esta madre viaja para hacer sus compras en Cúcuta, un destino que este año se popularizó entre los venezolanos en medio de la crisis que atraviesa el país.
Cada fin de semana, miles de personas parten desde Caracas y otras ciudades venezolanas para abastecerse con productos básicos, como harinas, pastas, embutidos y jabones.
Quienes hacen este viaje forman parte de los cuatro millones de venezolanos que, de acuerdo con el director de Migración Colombia, Cristian Krüger, cruzan la frontera para aprovisionar sus despensas.
Es un fenómeno que se conoce como migración pendular, y que hasta hace no mucho tiempo se experimentaba a la inversa entre estos países.
Cuando comenzó la crisis de abastecimiento de Venezuela en 2014, el gobernante Nicolás Maduro acusó a 'mafias' del contrabando de desviar hacia Colombia al menos el 30 % de todos los productos del país.
Pero durante un recorrido en Cúcuta Efe no encontró en los establecimientos o expendios de calle marcas venezolanas o productos que tuvieran la inscripción 'hecho para Venezuela' en los embalajes, una de las medidas que tomó el Gobierno de Maduro para atacar el contrabando.