Wilfrido Vargas: Cuidado con los excesos, el abuso y la injusticia
El maestro Wilfrido Vargas analiza el lamentable fallecimiento del
padre de familia y esposo estadounidense George Floyd tras el abuso
excesivo de la fuerza hecho por agentes policiales de Estados Unidos.
"Cuidado
con los excesos, el abuso y la injusticia. Advierte el músico ante los
acontecimientos que infortunadamente han cobrado una vida más.
A continuación el texto íntegro escrito de su puño y letra.
“No puedo respirar”
“Papi cambió el mundo” Gigi Floyd.
Existe
un componente en nuestra arquitectura genética que rechaza la
prepotencia, el abuso, la injusticia, el uso excesivo de la fuerza y la
humillación. La impotencia acumulada puede llegar al punto límite de
aguante y de repente, volverse tan potente que ante el mínimo estímulo
detona abriendo las puertas que confinaban la cobardía por miedo a la
represión.El dolor desesperado que arrastra esta desbandada una multitud
adolorida no ve el peligro ni las consecuencias. Aquí es donde la
impotencia del prójimo la hacemos nuestra y la injusticia representada
en el maltrato a una víctima pasa a ser causa de todos. Y todo el que
tiene conciencia, sale como salen las abejas enardecidas a picarle a la
injusticia invasora de su territorio, haciendo propio un reclamo que no
siendo suyo, cada uno lo hace suyo.
Un hombre de la talla
y la corpulencia de George Floyd esposado,reducido, controlado y
debilitado por la presión y la fuerza de una rodilla en su cuello y en
su espalda por aproximadamente diez minutos, en medio de su agonía como
pudo con súplicas desesperadas y desgarradoras rogaba y“pedía el favor”
que lo dejaran respirar. Insistía “No puedo respirar” “¡Por favor!” “Por
favor dejen que me levante” “Por favor no puedo respirar”; estas
angustiosas solicitudes y lo que veían los presentes en la escena motivó
en ellos manifestaciones pacíficas hacia los agentes de policía para
hacerles ver la condición en la que lo colocaron. Sin embargo, imperó la
autoridad.
Estos ruegos penetran, conmueven y retumban en
la mente de todo el que vea los hechos y escuche sus súplicas generando
repudio hacia la fuerza desmedida empleada,con la firmeza que da la
conciencia,produciendo ira, intenso dolor, tristeza y todo sentimiento
humano de rechazo hacia la injusticia.
Qué o cómo se explica que este hombre estando esposado, reducido,controlado y debilitado recibiera esa tortura?
Será
que los protocolos o procedimientos de Policía utilizados se
corresponden con el grado de “peligrosidad” que representaba Floyd para
sí mismo, para la autoridad o para terceros?
Será que
esos protocolos o procedimientos de Policía fueron aplicados con la
debida gradualidad, previendo el daño que eventualmente le podían
causar?
Ante estos hechos, es la propia humanidad
asfixiada la que sale a defenderse a ella misma, con ese sentir que se
desborda de emotividad para poner al abuso y a la discriminación contra
las cuerdas.
La rabia de una multitud indignada alcanza
una magnitud que no ve como contrincante ningún ejército, es capaz de
enfrentarse a lo que sea. El caos que provoca la injusticia solo lo
ilustra esa sensación que no la recoge la semántica, porque no cabe en
los términos inequidad, dureza, violencia, morbo, humillación o
crueldad.
La energía de la indignación que sale del fondo
de nuestra humanidad ante el calibre de lo sucedido no conoció de
límites, así son las emociones. Por eso Estados Unidos da la impresión
deque se está prendiendo en fuego. Ves la televisión y es como un campo
de batalla. Esa es la fuerza de la indignación humana.
Nunca
subestimes el dolor y desasosiego que produce la impotencia, ten
cuidado con los excesos y mucho más con el abuso de poder. Ten cuidado
con el racismo, la desigualdad, el ultraje en cualquiera de sus formas;
porque te puede salir el tiro por la culata. Y Oh Sorpresa!!! se desata
otro virus más grande que todas las pandemias juntas. ¡Existe una sola
raza, la raza humana!


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