miércoles, 27 de mayo de 2020

La corrupción crece en Latinoamérica aprovechando la pandemia del coronavirus

MIAMI.  — No hay descanso para los estafadores en América Latina, ni siquiera en plena pandemia.
Desde Argentina a Panamá, varios funcionarios públicos se han visto obligados a renunciar ante crecientes reportes sobre la compra fraudulenta de respiradores, mascarillas y otros suministros médicos. Las operaciones se caracterizan por unos precios hinchados por los fabricantes y beneficios para intermediarios con conexiones políticas, que ven la crisis como una oportunidad para desviar fondos públicos.
“Donde hay necesidad extrema, eso trae que se flexibilizan las normas de gastos y siempre hay alguien ahí buscando lucrarse a través de la corrupción”, dijo José Ugaz, exfiscal peruano, que encarceló al expresidente Alberto Fujimori y presidió Transparencia Internacional entre 2014 y 2017.
Los focos de infección siguen creciendo en América Latina, donde impulsan la cifra de muertos, abruman hospitales ya precarios y amenazan con devastar maltrechas economías.
En este escenario, los reportes de fraude se han multiplicado.