La corrupción crece en Latinoamérica aprovechando la pandemia del coronavirus
MIAMI. — No hay descanso para los estafadores en América Latina, ni siquiera en plena pandemia.
Desde Argentina a Panamá, varios funcionarios públicos se han visto
obligados a renunciar ante crecientes reportes sobre la compra
fraudulenta de respiradores, mascarillas y otros suministros médicos.
Las operaciones se caracterizan por unos precios hinchados por los
fabricantes y beneficios para intermediarios con conexiones políticas,
que ven la crisis como una oportunidad para desviar fondos públicos.
“Donde hay necesidad extrema, eso trae que se flexibilizan las normas
de gastos y siempre hay alguien ahí buscando lucrarse a través de la
corrupción”, dijo José Ugaz, exfiscal peruano, que encarceló al
expresidente Alberto Fujimori y presidió Transparencia Internacional
entre 2014 y 2017.
Los focos de infección siguen creciendo en América Latina, donde
impulsan la cifra de muertos, abruman hospitales ya precarios y amenazan
con devastar maltrechas economías.
En este escenario, los reportes de fraude se han multiplicado.
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