miércoles, 22 de abril de 2020

Un mariachi en el metro de Nueva York en días de pandemia

Los escasos usuarios del metro de Nueva York que todavía usan el transporte público viajan en silencio, con mascarillas que les cubren nariz y boca y manteniendo la distancia social para evitar el contagio del COVID-19. Solo el anuncio de las estaciones, el chirriar de las ruedas y las recomendaciones que se escuchan por la megafonía rompen la monotonía del viaje, hasta que en el vagón aparece Nelson Vladimir Salmerón, el mariachi de la Línea 7.
'Para bailar la bamba se necesita una poca de gracia, una poca de gracia y otra cosita, ¡Ay arriba y arriba!', canta Nelson, guitarra en mano, ante un público distraído o concentrado en sus pensamientos y el teléfono móvil.
Alguien levanta la cabeza como para comprobar que la canción no está siendo ofrecida por el sistema de megafonía de la red de transporte y mirar de soslayo al responsable de interpretar el clásico mexicano que irrumpe en esta mañana neoyorquina de coronavirus.