lunes, 20 de abril de 2020

La diáspora haitiana ofrece médicos, enfermeras e ideas para enfrentar COVID-19

Varias organizaciones de la diáspora haitiana pusieron a disposición de los dos países que comparten la isla una brigada de 100 médicos y enfermeras, haitianos/as y dominicanos/as que hablan creole y español, en el marco de un paquete de diez propuestas que buscan contribuir a la gestión oficial ante la COVID-19.
Las propuestas fueron elaboradas en el marco de la conmemoración de la Jornada Nacional de la Diáspora, este 20 de abril, por entidades y personalidades de la diáspora haitiana global, así como por las organizaciones establecidas en la República Dominicana.
El planteamiento fue formulado por la Fundación Zilé (isla), la Coalición de Emergencias de las Iglesias de la Comunidad Haitiana, el Movimiento Socio Cultural de los Trabajadores Haitianos (MOSCTHA); Salvar a Haití (NAPSA, por sus siglas en creole) y el Centro de Desarrollo Sostenible (CEDESO).
El objetivo que mueve a esas instituciones, según precisan, es el de realizar un aporte a ambos países  y animar a un diálogo binacional que, eventualmente, desemboque en una cooperación para el combate a la temida pandemia.
En el documento se pasa revista a las medidas nacionales implementadas por República Dominicana y Haití para, con posterioridad, presentar el paquete de diez propuestas, y para que la diáspora haitiana sea tomada en cuenta.
Las propuestas
Las organizaciones sugieren la incorporación en los programas de asistencia gubernamentales dominicanos a los antiguos picadores de caña del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y de otros ingenios, igual que a todo migrante haitiano que tenga un carné de la Dirección General de Migración (DGM).
Señalaron asimismo, que en un segundo momento, y con la ayuda de los organismos internacionales competentes del sistema de las Nacionales Unidas y de la Unión Europea, se inicie la ejecución de un programa de asistencia humanitaria a favor de quienes pueden probar su estancia en territorio dominicano desde principios de 2018 “para evitar que, de la crisis sanitaria, lleguemos a una crisis humanitaria”.
También plantearon que se ponga una atención particular a los bateyes habitados por dominicanos, domínico haitianos y haitianos en condiciones de alta vulnerabilidad.
Estimó en alrededor de 14,000 los haitianos que han retornado a su país por el impacto económico de la COVID-19, sin los controles sanitarios necesarios.
Según consideran, ese movimiento humano debe ser formalizado por vía de un programa de retornos voluntarios de inmigrantes desde territorio dominicano, con la asistencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para fortalecer las capacidades del Ministerio de Salud de Haití (MSPP) en materia de control sanitario.
Asimismo, que se cuente con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a través de sus oficinas en ambos países, para garantizar la reinserción socio económica de los retornados en Haití, y evitar así un eventual aumento post-COVID-19 del tráfico y la trata en la frontera.