lunes, 20 de abril de 2020

Las medidas de confinamiento que han convertido a las ciudades en pueblos fantasmas están afectando toda su operación, de la producción al trasiego a las ventas.

La pandemia de coronavirus está asestando un golpe al narcotráfico, paralizando las economías, cerrando fronteras y eliminando las cadenas de suministros en China de la que dependen los traficantes para la obtención de los químicos para fabricar drogas rentables como la metanfetamina y el fentanilo.
Uno de los principales proveedores que suspendió sus actividades se encuentra en Wuhan, el epicentro del COVID-19.
Entrevistas realizadas por The Associated Press a cerca de dos docenas de agentes de cuerpos policiales y expertos en tráfico de drogas revelaron que los cárteles de México y Colombia continúan con sus actividades, como lo evidencian los recientes decomisos de drogas, pero las medidas de confinamiento que han convertido a las ciudades en pueblos fantasmas están afectando toda su operación, de la producción al trasiego a las ventas.