Muerte Soleimaní alienta yihadistas en Irak y Siria
El asesinato del comandante iraní Qasem Soleimaní, que llevó días
después a la suspensión de operaciones de la coalición internacional
liderada por EE.UU. en Irak y la petición de la partida de sus fuerzas
del país árabe, puede dar oportunidad al grupo yihadista Estado Islámico
(EI) de volver con fuerza.
El asesinato selectivo de Soleimaní por parte de Washington el 3 de enero en Bagdad ha desencadenado un aluvión de críticas, así como consecuencias políticas y militares que podrían afectar a la lucha contra los yihadistas, según analistas.
Con los dos principales enemigos del EI, Irán y EE.UU., enfrentados ahora mismo, los extremistas podrían aprovechar para reconstruir sus capacidades y resurgir de sus cenizas en los territorios que perdieron en 2017 en Irak y en 2019 en Siria. “Si las fuerzas estadounidenses y de la coalición salieran (de Irak) prematuramente, existe un riesgo de que el EI vuelva”, advierte a Thomas S. Warrick, investigador del Atlantic Council.
Este regreso sería posible porque “los iraquíes no tienen las mismas fuerzas de reconocimiento o los métodos contra el terrorismo que tienen las fuerzas de EE.UU.”, señala Warrick, quien hasta junio de 2019 era subsecretario adjunto de política antiterrorista del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.
La principal consecuencia política es la decisión del Parlamento iraquí de poner fin a la presencia de tropas extranjeras en Irak y suspender la misión de la coalición internacional antiyihadista, por “violar soberanía” de la nación árabe.
El asesinato selectivo de Soleimaní por parte de Washington el 3 de enero en Bagdad ha desencadenado un aluvión de críticas, así como consecuencias políticas y militares que podrían afectar a la lucha contra los yihadistas, según analistas.
Con los dos principales enemigos del EI, Irán y EE.UU., enfrentados ahora mismo, los extremistas podrían aprovechar para reconstruir sus capacidades y resurgir de sus cenizas en los territorios que perdieron en 2017 en Irak y en 2019 en Siria. “Si las fuerzas estadounidenses y de la coalición salieran (de Irak) prematuramente, existe un riesgo de que el EI vuelva”, advierte a Thomas S. Warrick, investigador del Atlantic Council.
Este regreso sería posible porque “los iraquíes no tienen las mismas fuerzas de reconocimiento o los métodos contra el terrorismo que tienen las fuerzas de EE.UU.”, señala Warrick, quien hasta junio de 2019 era subsecretario adjunto de política antiterrorista del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.
La principal consecuencia política es la decisión del Parlamento iraquí de poner fin a la presencia de tropas extranjeras en Irak y suspender la misión de la coalición internacional antiyihadista, por “violar soberanía” de la nación árabe.
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