El hijo de Bolsonaro se disculpa tras amenazar con medidas dictatoriales
El diputado Eduardo Bolsonaro se disculpó ayer
tras alertar que el Gobierno podría adoptar medidas dictatoriales si "la
izquierda radicaliza", una declaración que ya había sido condenada por
su padre, el presidente Jair Bolsonaro.
El hijo del mandatario aseguró que "tal vez" sus palabras fueron
"inoportunas", tras sugerir que "si la izquierda radicaliza" y promueve
protestas como las que ha habido en varios países de Latinoamérica
"habrá que dar una respuesta", que "podría ser por la vía de un nuevo
'AI-5'".
Esas son las siglas del llamado Acto Institucional 5, un paquete de
medidas antidemocráticas aplicado en 1968 por la dictadura -que
gobernaba desde 1964 y se prolongó hasta 1985- y mediante el cual
aumentó la represión, se proscribió a varios partidos políticos y se
cesó a decenas de parlamentarios opuestos al régimen.
"No existe ninguna posibilidad de que vuelva de AI-5", corrigió el diputado en una vídeo publicado en sus redes sociales.
Eduardo Bolsonaro resaltó que Brasil vive en un "régimen democrático,
sigue la Constitución" y, por ello, no tiene razón para inclinarse
hacia el "autoritarismo".
"La oposición va a intentar usar mi declaración para llamarme de
dictador. Puede que haya sido una respuesta inoportuna, si volviera a
hacerla la haría sin citar al AI-5, para evitar esa polémica", agregó.
La sola mención al AI-5, que la enorme mayoría de los demócratas
brasileños sostienen que abrió el período más tenebroso de la dictadura,
generó condenas y el repudio de casi todo el espectro político,
incluido el del presidente Bolsonaro.
"Quien diga eso está soñando. Él (por su hijo) es independiente, pero
si dijo eso, lo lamento. Lamento mucho", declaró el mandatario a
periodistas.
El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), formación de
centroderecha que respalda la agenda económica liberal de Bolsonaro,
condenó lo que calificó de "intenciones autoritarias de quienes no
soportan vivir en una sociedad libre".
Según el PSDB, "amenazar a la democracia es lanzar a Brasil otra vez a
las tinieblas" y una apuesta en la "intolerancia antes que en el
diálogo".
La diputada Joice Hasselmann, del Partido Social Liberal (PSL), que
lidera el propio Eduardo Bolsonaro y que en 2018 llevó al poder al
actual mandatario, también condenó esas declaraciones.
Según Hasselmann, enfrentada dentro del partido a los Bolsonaro, "la
democracia puede estar en riesgo" pero no por la izquierda, sino debido a
la "radicalización del discurso" de algunos de los aliados del
Gobierno.
El diputado José Nelto, del también oficialista partido Podemos
(centroderecha), coincidió con esas posiciones y alertó de que el país
"no se puede permitir brotes de autoritarismo".
En la minoritaria oposición de izquierda la reacción fue similar y la
diputada y presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi
Hoffmann, aseguró que el arco progresista "no se intimidará" y hasta
sugirió que podrían ser adoptadas medidas legales.
"El Ministerio Público y la Corte Suprema deberían tomar alguna providencia", declaró Hoffmann.
Eduardo Bolsonaro, que al igual que su padre suele enaltecer los
tiempos de la dictadura, ya había provocado una polémica similar durante
la campaña electoral del año pasado, cuando declaró que, si la Corte
Suprema pusiera obstáculos a un eventual Gobierno de su padre,
"bastarían un cabo y un soldado" para "cerrarla".


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