Bernis López pide a legisladores aprobar ley que impida que el Gobierno pueda inaugurar una obra con deudas pendientes.

SAN PEDRO DE MACORIS. Un dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) llamó a los legisladores a aprobar una ley que establezca que ningún presidente pueda inaugurar una obra que tenga deudas pendientes con los constratistas que la edificaron.

El licenciado Bernis López opinó que esa ley deberá establecer además que, los contratistas y proveedores del Estado deberían recibir una indemnización de un 5 por ciento mensual si el estado excede los 30 días para realizar el pago correspondiente.

Su opinión está expresada en un artículo que reproducimos íntegro a continuación:

La nueva modalidad mafiosa 

La muerte del Arquitecto David Rodríguez en un baño de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, conocida por sus siglas de OISOE, significa que se han disparado las alarmas del silencio que por mucho tiempo ha cubierto hasta la saciedad la corrupción administrativa del presente gobierno.

Se ve hasta bonito en los distintos medios de circulación nacional, cuando los titulares cubren sus páginas informando: ¨Gobierno sortea obras¨. Esto, a simple vista hasta muestra transparencia, y consigo la desaparición del mal llamado grado a grado, que no es más que el otorgamiento de obras sin concursos a compañías y personas estrechamente relacionadas a los jefes tendentes a sub-valuar la obra por un lado y por el otro, hacer un reparto del excedente de los recursos del estado que están por encima del costo real de una obra determinada.       

Pero yo, y sé que ustedes por igual amigos lectores, estábamos equivocados, porque el caso del arquitecto David Rodríguez ha mostrado al desnudo sin excusas ni rodeos, que los sorteos de obras no son más que el nuevo nombre del grado a grado, nombre éste que le fue otorgado por el actual gobierno para hacer más fino el término, y por vía de consecuencia, menos sospechosa su acción.

Ahora la nueva modalidad consiste de acuerdo a todo lo que ha salido a relucir tras este escandaloso caso, en ahogar a esos padres de familia contratistas de obras del estado, para acercarse a ellos y solicitarles altas comisiones para agilizar sus pagos o en su defecto, ofrecerles préstamos personales rápidos en sus propias financieras para que le permita al contratista continuar sus trabajos. Estas dos acciones vandálicas, fraudulentas y leoninas, las implementan estos corruptos del nuevo cuño bajo el chantajeante argumento, de que, el presidente quiere inaugurar esa obra en una fecha determinada.

Con la puesta en práctica de esta nueva modalidad mafiosa, los insignes refraneros dirían que: Félix Bautista es un niño e´ teta delante de esos buitres. Por esa razón usted ve a gran parte de los contratistas del estado quebrados, pese a que realizan grandes obras que en los papeles le deben permitir una mejor condición de vida, pero que, las acciones asfixiantes de estos encubiertos lobistas, los inducen por caminos inciertos por lo que tienen que tomar decisiones muy lamentables como sucedió con el Ingeniero David Rodríguez.

Esa estructura mafiosa de seguro no solamente existe en la OISOE, si no también es muy probablemente que pernote en la gran mayoría de los estamentos del estado, porque es un cáncer económico y financiero que corrompe extensivamente y que solo persigue que los recursos del estado vayan a parar a manos de dos o tres.

Por lo tanto queremos solicitar a nuestros legisladores que, se instituya por Ley que ningún presidente pueda inaugurar una obra que tenga deuda pendiente con los contratistas que la hicieron y que, así como la DGII, los Bancos y las empresas de servicios cobran Recargos e intereses por los pagos tardíos de impuestos, prestamos y servicios, los contratistas y proveedores del estado, también reciban una indemnización del 5% mensual si el estado excede los 30 días para realizar el pago correspondiente.

Las fechas deberían ser las siguientes: 30 días después de los contratistas haber entregado su cubicación y 30 días después de los proveedores haber entregado sus facturas o contratos. En todo caso se empieza a contar a partir del recibimiento de los expedientes correspondientes.