Llull rescata al Madrid y deja fuera de la Copa al Baskonia
Cuando hay curvas y falta juego, toca compromiso. El de Sergio Lull, por ejemplo. Que ante el mal partido blanco empujó y empujó con toda su energía, que es mucha, para que el Madrid no perdiera el paso. Aprovechaba el mínimo resquicio para convertir un ataque al uso en una galopada. Para ir al aro a morder, como en la última acción frente al gigante Begic (2,16 m). Canasta y tiro libre adicional porque el esloveno golpeó con su brazo en la cabeza del base. Acción ganadora celebrada con un gesto de agotamiento. Resoplaba, no podía más. Había sido la enésima embestida del toro bravo, también la última y la definitiva, la ganadora. Quedaban sólo 2,9 segundos.
Una acometida que daba al Madrid su primera ventaja en casi tres cuartos (desde el 24-22), la que culminaba una remontada de once puntos: 34-45, minuto 18. Y la que dejaba al Baskonia fuera de la Copa, de ese torneo que hizo suyo en el arranque de este siglo y del que no se caía desde 1997, tras 17 ediciones seguidas sin faltar a la cita. Siempre de los primeros cuando tocaba pasar lista. Esta vez en Las Palmas, al grito de Baskonia no habrá nadie que responda "¡presente!".
Por lo visto en el Palacio, no se merece quedar fuera. Por todo lo anterior, sí. Enmendar su mala planificación del verano le ha costado 13 fichajes y ver la Copa por televisión. Quizá llegue a tiempo para el Top-16 y los playoffs, porque el equipo tiene ahora otra hechura (magnífica circulación de balón hasta el descanso). Un empaque que se le atragantó al Madrid durante 39 minutos y 57 segundos. Hasta que surgió Llull para dar continuidad al trabajo de Reyes, y Rudy robó el balónque impidió que el Baskonia hicieran la de Abrines en el Palau. La última acción iba destinada a Begic, que antes había errado dos tiros libres cruciales.
La mejora en la segunda parte en el rebote y en defensa permitió al Real tapar su mal día en el triple(6 de 21) y compensar las pérdidas a manos del especialista Causeur (4 recuperaciones, 10 del equipo vitoriano), que traducía en contragolpes sencillos. La zona con Rudy en punta fue un recurso, pero echó en falta al resurgido Slaughter, que no está inscrito en laLiga Endesa. Y echó en falta la mejor versión deSergio Rodríguez. Rivers sigue negado —la confianza se le ha escapado por la gatera—,Bourousis anda de bajón tras el Mundial y Ayónaporta en casi todo menos en ataque. En los de Ibón Navarro, buenos momentos de muchos jugadores, deIverson, de Tillie, de Causeur, de San Emeterio, deBertans… pero les faltó un líder, una aparición final. Más convicción. Les faltó un Llull.
Cortesia de: AS

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