El empleado tóxico atenta contra la empresa

Esos son los empleados tóxicos, que a base de muchas conductas dañinas, como el chisme, la arrogancia o la resistencia al trabajo en equipo, se convierten en enemigos dentro de la misma empresa.
Hay muchos tipos de empleados tóxicos, como el que llora por todo, el que le quita tiempo a los demás o lo critica todo, pero en general se pueden agrupar en dos grandes tipos: el tóxico pasivo y el activo.
Así lo explicó el especialista en Derecho Laboral Yldefonso López, quien visitó el país recientemente para dictar la conferencia “El empleado tóxico”, organizada por la agencia de comunicación Target Consultores de Mercadeo.
“Al activo lo vas a ver de frente, siempre a la ofensiva. El pasivo es el que sencillamente no hace las cosas, no sigue instrucciones, pero no es confrontacional. A veces es un empleado que por su actitud de tratar mal a la gente es tóxico, o incita a los demás a actuar de una manera equivocada, a que no sigan las reglas, no ser empleados eficientes, etc. Es un empleado que tiene que salir de la empresa porque de lo contrario se va apoderando de la toda la organización, porque las malas costumbres se pegan mucho mas rápido que las buenas”, sostuvo López.
Para el experto, la primera línea de defensa de la empresa es la entrevista, donde se deben identificar las características que pueden ser problemáticas.
Los jefes también pueden ser tóxicos
Durante la ponencia donde definió los principales tipos de empleados tóxicos y cómo enfrentarlos, López señaló que los jefes también pueden tener un comportamiento tóxico con consecuencias sumamente peligrosas y dañinas para la organización.
“La conducta de este jefe es tóxica no solamente por el efecto que tiene directamente en el empleado que es víctima, sino también en la totalidad de la empresa trabajadora, porque las personas podrían pensar que la manera correcta de trabajar en esta empresa es así, siendo tóxico”, dijo el especialista puertorriqueño.
Cerrar las puertas a los tóxicos
Para el experto, la mejor de manera de solucionar el problema de la toxicidad en las empresas es bloqueando la entrada de estos individuos problemáticos mediante la entrevista laboral.
“En una entrevista la información que el empleado te da tiene que corresponder a lo que tiene en el resumé. Por eso es tan importante que usted escarbe un poco en ese currículo para que pueda determinar si esa persona es lo que dice ese papel. Pregunte sobre su vida si falta información, o si no dice, por ejemplo, qué hizo esa persona del 2006 al 2008. Omitirlo es algo muy serio, así que como entrevistador debes preguntarle directamente. A modo de broma yo me pregunto ¿Y si estuvo preso? A lo mejor es que no quiere que sepas que estuvo trabajando en una empresa y que allí lo despidieron por robarse un dinero”, dijo.
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