¿Cómo enterraban los neandertales a sus muertos? Un esqueleto de 70 mil años lo revela
Un equipo
de investigadores ha descubierto en la Cueva Shanidar -en las
estribaciones del kurdistán iraquí- un esqueleto de neandertal que será
clave para investigar las prácticas mortuorias de esta especie humana
extinguida hace unos 40.000 años.
El esqueleto -el primero que
aparece en más de veinte años- ha sido descubierto en uno de los
yacimientos más importantes de la arqueología del último siglo, la Cueva
Shanidar, excavada por primera vez en la década de 1950 por el
arqueólogo Ralph Solecki.
La
hipótesis del “entierro con flores” no solo capturó la imaginación
popular sino que provocó el replanteamiento de esta especie -hasta
entonces considerada “no inteligente”- y abrió un debate que se ha
extendido durante décadas y que ha dividido a la comunidad científica
entre los que creen que los neandertales practicaban rituales de muerte y
los que no les creen capaces de tal sofisticación cultural.
Medio
siglo después, un equipo de investigadores ha regresado a la vieja
zanja de Solecki para recoger nuevas muestras de sedimento, y ha
descubierto los huesos aplastados del cráneo y del torso de un nuevo
neandertal: Shanidar Z.
Los primeros análisis sugieren que tiene
más de 70.000 años de antigüedad y, aunque el sexo está por determinar,
los dientes indican que se trata de un “adulto de mediana a avanzada
edad”.
El
descubrimiento, publicado en la revista Antiquity, ha sido realizado
por científicos de las universidades John Moores de Cambridge, Birkbeck y
Liverpool, con la colaboración de la Dirección General de Antigüedades
del Kurdistán y la Dirección de Antigüedades de la provincia de Soran.
El hallazgo ayudará a avanzar en la comprensión de esta especie humana porque "hace sesenta o incluso cien años, las técnicas arqueológicas eran más limitadas" pero con las tecnologías modernas y el ADN antiguo se podrán desvelar "muchas preguntas que nos hemos hecho hasta ahora", explicó Emma Pomeroy, del Departamento de Arqueología de Cambridge, autora principal del artículo.
La nueva excavación en la Cueva Shanidar comenzó en 2014, de la mano de Graeme Barker, del Instituto McDonald de Arqueología de Cambridge, pero solo dos días después, la amenaza del ISIS obligó a paralizar el proyecto hasta el año siguiente.
“Pensamos que con suerte podríamos encontrar los lugares en los que se encontraron los restos neandertales en los años 50, para intentar datar los sedimentos circundantes. En ningún caso esperábamos encontrar nuevos huesos de neandertal”, recordó Barker.
El hallazgo ayudará a avanzar en la comprensión de esta especie humana porque "hace sesenta o incluso cien años, las técnicas arqueológicas eran más limitadas" pero con las tecnologías modernas y el ADN antiguo se podrán desvelar "muchas preguntas que nos hemos hecho hasta ahora", explicó Emma Pomeroy, del Departamento de Arqueología de Cambridge, autora principal del artículo.
La nueva excavación en la Cueva Shanidar comenzó en 2014, de la mano de Graeme Barker, del Instituto McDonald de Arqueología de Cambridge, pero solo dos días después, la amenaza del ISIS obligó a paralizar el proyecto hasta el año siguiente.
“Pensamos que con suerte podríamos encontrar los lugares en los que se encontraron los restos neandertales en los años 50, para intentar datar los sedimentos circundantes. En ningún caso esperábamos encontrar nuevos huesos de neandertal”, recordó Barker.
Pero
en 2016, en una de las partes más profundas de la zanja, una costilla
emergió de la pared, seguida de una vértebra lumbar, y de los huesos de
una mano derecha apretada. Tras excavar cuidadosamente los sedimentos de
la zona, el equipo extrajo el esqueleto.
Junto a todos estos
restos -que están siendo escaneados-, los investigadores están
analizando algunas muestras de sedimentos hallados en la zona como
conchas, huesos de ratones y caracoles antiguos, y rastros de polen y
carbón vegetal, elementos que podrían ofrecer nueva información sobre
aspectos cotidianos de los neandertales como la cocina o el famoso
“entierro con flores”.
Para Barker, hay “fuertes evidencias de
que Shanidar Z fue enterrado deliberadamente” y "si los neandertales
utilizaban la cueva de Shanidar para enterrar repetidamente a sus
muertos, su comportamiento “muertos, sugeriría una complejidad cultural
de alto orden”, concluye.


<< Página Principal