La cancelaciones no detienen la avalancha del escándalo en MLB
Rob Manfred ha tenido que cambiar el orden de prioridades en su escritorio en Manhattan.
En
lugar de atender al equipo con el que diseña la estrategia para
negociar el próximo acuerdo laboral, de escuchar a los mercadólogos con
las estrategias para hacer el juego más atractivo a los jóvenes o los
informes para introducir nuevas tecnologías arbitral el comisionado
lidia con la mayor crisis desde que sustituyó a Bud Selig en 2015.
La
bola de nieve que soltó el reporte del lunes que confirma que los
Astros y Medias Rojas desarrollaron avanzados sistemas para robar
señales y ganar la Serie Mundial de 2017 y 2018 ya es una avalancha de
consecuencias impredecibles.
El
cese esta semana del gerente general Jeff Luhnow, los dirigentes AJ
Hinch, Alex Cora y Carlos Beltrán no ha parado la sangría. Los medios,
como es lógico, no sacan el tema de sus portadas. Pero más aun, los
jugadores activos y retirados, acostumbrados a “no pisarse la manguera”,
esta vez no se han mordido la lengua y apelan a las redes sociales para
desahogarse.
“Creo que es probablemente la más exhaustiva
investigación que la oficina del comisionado haya emprendido”, dijo
Manfred en las reuniones de invierno, en diciembre.
“Carlos
Beltrán perdió su mayor activo: credibilidad”, titula The New York
Times. “Límpialo. Tiene que parar: MLB está en una crisis ética”,
encabeza su columna Tom Verducci para Sports Illustrated. “MLB debería
quitarle el trofeo de Serie Mundial a los Astros”, dice ESPN en voz del
polémico Stephen A. Smith.
De acuerdo con Verducci, coautor del
libro My Yankees Years con Joe Torre, cita que en noviembre pasado
Manfred nombró un vocero para dirigirse a los gerentes en una reunión en
la que se habló sobre la necesidad de “humanizar más el juego”.
Y
es que el cambio que ha afrontado el béisbol con la introducción de la
tecnología y profesionales de otras áreas presenta un desafío enorme.
Luhnow llegó a los Astros desde la consultora financiera McKinsey. Los
jugadores son vistos como “activos”, o “un pelotero de dos victorias”,
los lanzadores son “fungibles”, los ejecutivos como “capital humano” y
los técnicos como “de alto desempeño”.
Verducci menciona que fuentes le dijeron que Manfred dijo a los dirigentes: “Límpienlo. Hay que parar. Se parará”.
“Es
un problema serio para el béisbol, la convergencia de la tecnología y
un juego ancestral. Me parece que a este acto de trampa — y esto
claramente fue trampa — hay que afrontarlo con firmeza", afirmó el
excomisionado Fay Vincent.
“La tecnología plantea un reto al
igual que una oportunidad, y me resulta evidente que hacer trampa es
algo que se ha hecho habitual en nuestra cultura, y es una buena señal
para el béisbol cuando se afirma que no vamos a tolerarlo”.
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