sábado, 18 de enero de 2020

La cancelaciones no detienen la avalancha del escándalo en MLB

Rob Manfred ha tenido que cambiar el orden de prioridades en su escritorio en Manhattan.
En lugar de atender al equipo con el que diseña la estrategia para negociar el próximo acuerdo laboral, de escuchar a los mercadólogos con las estrategias para hacer el juego más atractivo a los jóvenes o los informes para introducir nuevas tecnologías arbitral el comisionado lidia con la mayor crisis desde que sustituyó a Bud Selig en 2015.
La bola de nieve que soltó el reporte del lunes que confirma que los Astros y Medias Rojas desarrollaron avanzados sistemas para robar señales y ganar la Serie Mundial de 2017 y 2018 ya es una avalancha de consecuencias impredecibles.
El cese esta semana del gerente general Jeff Luhnow, los dirigentes AJ Hinch, Alex Cora y Carlos Beltrán no ha parado la sangría. Los medios, como es lógico, no sacan el tema de sus portadas. Pero más aun, los jugadores activos y retirados, acostumbrados a “no pisarse la manguera”, esta vez no se han mordido la lengua y apelan a las redes sociales para desahogarse.
“Creo que es probablemente la más exhaustiva investigación que la oficina del comisionado haya emprendido”, dijo Manfred en las reuniones de invierno, en diciembre.
“Carlos Beltrán perdió su mayor activo: credibilidad”, titula The New York Times. “Límpialo. Tiene que parar: MLB está en una crisis ética”, encabeza su columna Tom Verducci para Sports Illustrated. “MLB debería quitarle el trofeo de Serie Mundial a los Astros”, dice ESPN en voz del polémico Stephen A. Smith.
De acuerdo con Verducci, coautor del libro My Yankees Years con Joe Torre, cita que en noviembre pasado Manfred nombró un vocero para dirigirse a los gerentes en una reunión en la que se habló sobre la necesidad de “humanizar más el juego”.
Y es que el cambio que ha afrontado el béisbol con la introducción de la tecnología y profesionales de otras áreas presenta un desafío enorme. Luhnow llegó a los Astros desde la consultora financiera McKinsey. Los jugadores son vistos como “activos”, o “un pelotero de dos victorias”, los lanzadores son “fungibles”, los ejecutivos como “capital humano” y los técnicos como “de alto desempeño”.
Verducci menciona que fuentes le dijeron que Manfred dijo a los dirigentes: “Límpienlo. Hay que parar. Se parará”.
“Es un problema serio para el béisbol, la convergencia de la tecnología y un juego ancestral. Me parece que a este acto de trampa — y esto claramente fue trampa — hay que afrontarlo con firmeza", afirmó el excomisionado Fay Vincent.
“La tecnología plantea un reto al igual que una oportunidad, y me resulta evidente que hacer trampa es algo que se ha hecho habitual en nuestra cultura, y es una buena señal para el béisbol cuando se afirma que no vamos a tolerarlo”.