Irán reconoce que derribó avión ucraniano por error
La Guardia Revolucionaria de Irán reconoció el sábado que derribó
accidentalmente un avión de pasajeros ucraniano que se estrelló antes
esta semana con 176 personas a bordo, luego de que el gobierno rechazó
repetidamente las acusaciones occidentales de que era responsable del
siniestro que no dejó sobrevivientes.
La aeronave fue derribada en la madrugada del miércoles, horas
después de que Irán lanzó una ofensiva con misiles balísticos contra dos
bases iraquíes que albergaban a soldados estadounidenses en represalia
por el asesinato del general iraní Qassem Soleimani en un ataque
dirigido de Washington en Bagdad. Nadie resultó herido en el ataque a
las bases.
El
general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la división aeroespacial de la
Guardia, dijo más tarde que su unidad asumía la “plena responsabilidad”
por lo ocurrido. En un discurso emitido por la televisora estatal, el
general reconoció que cuando se enteró del derribó del avión “deseé
estar muerto”.
Las fuerzas de la Guardia que rodeaban la capital iraní habían
reforzado sus defensas aéreas y estaban en su “nivel más alto de
preparación” por temor a represalias de Estados Unidos, explicó el
general. Su oficina tomó la “mala decision” de abrir fuego contra el
avión tras confundirlo con un misil de crucero.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, expresó su
“profunda simpatía” hacia las familias de las víctimas y pidió a las
fuerzas armadas que “persigan a los posibles fallos y culpables en el
doloroso incidente”.
La investigación del siniestro debería seguir adelante y los
“autores” tendrían ser llevados ante la justicia, dijo el presidente de
Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, en un comunicado en el que agregó que
Teherán debería compensar a las familias de las víctimas. El dirigente
pidió además “disculpas oficiales a través de canales diplomáticos”.
El reconocimiento de Irán podría enfrentar a la población con las
autoridades, luego de que los iraníes respaldaron al liderazgo de la
República Islámica tras la muerte de Soleimani. El general, que era el
jefe de la Fuerza Quds — un grupo de élite de la Guardia — y el
arquitecto de las intervenciones militares de Teherán en la región, era
considerado un icono nacional y cientos de miles de personas
participaron en actos fúnebres en su honor en todo el país. La mayoría
de los pasajeros del vuelo eran iraníes o canadienses-iraníes.
Funcionarios de Teherán descartaron repetidamente la posibilidad de
un ataque con un misil, calificando las acusaciones de propaganda
occidental que, según las autoridades, era ofensiva para las víctimas.
El accidente aéreo se produjo apenas unas semanas después de las
autoridades sofocaron protestas a nivel nacional motivadas por la subida
del precio de la gasolina. Irán ha estado sumido en una grave crisis
económica desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
decidió unilateralmente retirar a su país del acuerdo nuclear de 2015 e
imponer paralizantes sanciones.
El presidente de Irán, Hasán Ruhani, culpó de la tragedia a las
“amenazas y acoso” de Estados Unidos tras el asesinato de Soleimani.
Además, presentó sus condolencias a las familias de las víctimas y pidió
una “investigación completa” y que se depuren responsabilidades. “Un
día triste”, tuiteó el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad
Zarif. “Un error humano en un momento de crisis causado por la temeridad
de Estados Unidos condujo al desastre. Nuestro más profundo
arrepentimiento, disculpas y condolencias a nuestro pueblo, a las
familias de todas las víctimas y a otros países afectados”.
El avión, un Boeing 737 operado por Ukrainian International Airlines,
se estrelló a las afueras de Teherán poco después de despegar del
Aeropuerto Internacional Imán Jomeini. Durante varios días, Irán negó
que la causa del siniestro fuera un misil. Pero Estados Unidos y Canadá
dijeron, citando información de inteligencia, que creían que Teherán
había derribado la aeronave con un misil tierra-aire, una conclusión
respaldada por videos del accidente.
A bordo del avión, que se dirigía a la capital de Ucrania, Kiev, iban
167 pasajeros y nueve tripulantes de varios países, incluyendo 82
iraníes, 57 canadienses y 11 ucranianos, según las autoridades. Horas
antes, el gobierno de Canadá redujo la cifra oficial de canadienses
fallecidos, que en un principio situó en 63.
Irán había invitado a Ucrania, Canadá, Estados Unidos y Francia a
participar en la investigación del siniestro, de acuerdo con las normas
internacionales. El Boeing 737 se construyó en Estados Unidos y el motor
fue construido por un consorcio franco-estadounidense. Krauss informó
desde Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
<< Página Principal