Acribillan a balazos a los cuatro hombres acusados de violar y asesinar a joven veterinaria
Los cuatro hombres que presuntamente violaron y
asesinaron a una joven veterinaria en la India hace diez días murieron
hoy tiroteados por la policía en el mismo lugar en el que fue hallado el
cadáver de la víctima, una acción que provocó reacciones de celebración
y alarma en el país.
La policía llevó esta madrugada a los acusados al lugar donde se
cometió el crimen, en una zona apartada de la ciudad de Hyderabad, como
parte del proceso de investigación cuando, al tratar ellos supuestamente
de escapar, los agentes les dispararon, según la versión policial.
“Basándonos en su confesión, vinimos a este lugar para recuperar el
teléfono móvil de la víctima y otros objetos”, dijo hoy en una rueda de
prensa el comisionado de Policía de Hyderabad, V.C. Sajjanar.
Según su testimonio, los hombres, de entre 20 y 26 años, atacaron a
la decena de agentes que los acompañaban con piedras, palos y armas que
les sustrajeron, desencadenando la respuesta policial que causó la
muerte de los cuatro hombres en el mismo descampado, bajo un puente en
el que supuestamente quemaron el cadáver de la joven veterinaria el
pasado 27 de noviembre.
Dos agentes resultaron gravemente heridos, añadió el comisario. Los
cuatro fallecidos estaban acusados de violar en grupo y matar a una
veterinaria de 26 años, a la que engañaron antes de cometer el crimen.
Primero le pincharon las ruedas de su motocicleta y después, mientras
fingían que le ayudarían a repararla, la llevaron a la fuerza hasta un
lugar donde la violaron en grupo y la estrangularon, para a continuación
quemar su cuerpo con gasolina.
LA REACCIÓN DEL PAÍS Esta mañana, al
conocerse lo sucedido, comenzó a llegar al lugar del tiroteo en
peregrinación una multitud para celebrar lo que algunos presumen fue una
ejecución extrajudicial. “Han pasado diez días desde que mi hija murió.
Quiero expresar mi agradecimiento a la policía y el Gobierno por
esto. El alma de mi hija ahora descansará en paz”, dijo el padre de la
joven en declaraciones a la agencia de noticias india ANI. Cientos de
personas visitaron el lugar y expresaron su apoyo a los agentes, a los
que lanzaron flores desde un puente cercano mientras otros los alzaban
en brazos entre vítores. Esas muestras de alegría no fueron las únicas
en la India, ya que durante toda la jornada se multiplicaron a través de
mensajes en las redes sociales y discursos y gestos públicos, sintiendo
que al fin se había hecho justicia por un crimen que indignó al país.
Medios locales difundieron imágenes de mujeres colocando brazaletes a
algunos agentes, evocando así un rito del hinduismo en el que las
hermanas atan pulseras en las muñecas de sus hermanos para recordar y
agradecer su compromiso de protección.
La ola de mensajes de apoyos a la policía dejó en evidencia el
sentimiento de una parte de la población que vio en esta la mejor manera
de resolver los crímenes contra las mujeres, al tiempo que se acentuaba
la desconfianza en el sistema judicial indio. “Sea lo que sea que haya
pasado, esto es muy peligroso para el país, porque nadie puede tomarse
la justicia por la mano.
La ley habría ordenado su ejecución de todos modos, pero si los matan
antes de que se complete el debido proceso, entonces, ¿qué sentido
tienen los tribunales, policías?”, declaró a la prensa la parlamentaria
Maneka Gandhi, del gubernamental partido BJP. “¿De qué sirve tener
leyes? Cojan un arma y disparen a quien quieran”, agregó.
LA EJECUCIÓN EXTRAJUDICIAL NO ES JUSTICIA La organización Amnistía
Internacional (AI) expresó también su preocupación por la muerte de los
sospechosos bajo custodia policial y exigió a las autoridades que
garanticen una investigación imparcial por lo ocurrido. “Las ejecuciones
extrajudiciales no son una solución para prevenir la violación”,
declaró en un comunicado el director ejecutivo de AI para la India,
Avinash Kumar.
Al mismo tiempo, el representante del organismo internacional llamó
la atención sobre la deficiente investigación por parte de las
autoridades y la baja tasa de condenas para los acusados de violación,
aspectos que “plantean preguntas profundamente inquietantes sobre el
estado de la Justicia en la India”, dijo Kumar.
Las leyes contra las agresiones sexuales se endurecieron en la India
después del caso de Jyoti Singh, que murió tras ser violada y torturada
por seis hombres en un autobús en 2012 en Nueva Delhi, en un caso que
trascendió las fronteras y que marcó un antes y un después, aunque no
evitó que estos delitos sigan repitiéndose. Según los últimos datos del
Gobierno indio, en 2017 se denunciaron 33.658 casos de violación, casi
un centenar al día


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