Morir al nacer, el mayor desafío de la salud infantil en República Dominicana
La mortalidad neonatal es el desafío más importante que presenta la
República Dominicana en salud infantil a juzgar porque en los últimos 30
años la tasa de ese tipo de mortalidad se mantiene en alrededor de 23
por cada 1,000 nacidos vivos desde inicio de los 90, y son bebés que
mueren en la primera semana de su nacimiento.
Esa
situación coloca al país en el grupo con mayores tasas de América
Latina y el Caribe, muy por encima del promedio regional que es de 9 por
cada 1,000 nacidos vivos, según el informe “30 años de la convención
sobre los derechos del niño en la República Dominicana”, de la autoría
del economista Pavel Isa Contreras, el equipo del Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (Unicef) y el Consejo Nacional para la Niñez y
la Adolescencia (Conani) que, no obstante, dice que existe una esperanza
de que la situación mejore, porque este año hay una disminución de
casos de mortalidad en un 21%, de acuerdo con datos oficiales.
Otra
situación que se mantiene a lo largo de todos estos años son la
mortalidad materna que se mantiene en alrededor de 100 embarazadas por
cada 100, 000 nacidos vivos.
El informe los presentaron Rosa Elcarte y Eduardo Gallardo,
representante y representante adjunto del Unicef, quiénes coinciden la
situación de salud infantil están relacionadas con la falta de la
calidad en la asistencia sanitaria.
Asimismo, el país presenta
una situación elevada de la transmisión vertical del VIH, que se estima
en 3,000 niños de 14 años o menos. De acuerdo con el informe, se estima
que esa transmisión es de un 54%, casi tres veces más que la meta
regional.
Se atribuye esta situación a que el tema no se ha
integrado en la consulta de control prenatal, a la baja calidad, a que
no existen los medicamentos antirretrovirales en los Centros de Atención
Primaria, así como a la discriminación y estigma que se mantiene hacia
las personas con VIH, lo que hace que las embarazadas se abstengan de ir
a las consultas obstétricas del programa, por temor a ser exponerse
ante una sociedad que aún no asimila que eso es una condición de salud.
Sobre
este renglón, los embarazos en adolescentes es otra de las situaciones
que afecta al país, manteniendo su quinto lugar con la tasa más alta del
continente con 21.4%.
La
violencia contra la infancia es otro punto negativo para la infancia de
la República Dominicana, porque el 63% de infantes hasta los 14 años ha
sido víctima de violencia física o psicológica en sus hogares, como
método de disciplina, según el informe, que también establece que el 3%
ha sufrido castigos severos.
En lo que concierne al matrimonio
infantil y uniones tempranas, el país exhibe cifras elevadas con un
35.9%, según datos de la encuesta Enhogar-MISC de 2014, a la que el
estudio hace referencia.
Dice el informe que esa realidad
constituye una violación de derechos y abusos que ponen en riesgo la
salud y el desarrollo de las adolescentes, sobre todo las que pertenecen
al quintil más pobre que se casan o unen antes de los 15 y 18 años.
Otra
situación que va en detrimento de la población infantil en estos 30
años de haberse firmado la Convención sobre los Derechos del Niño, es el
trabajo infantil.
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