Un bebé es rescatado luego de sus padres sufrir sobredosis de droga
En el momento en que Michelle Burton y una docena de otros policías de Birmingham, Alabama llegaron el martes pasado a un apartamento, era muy tarde para el hombre de 30 años que allí estaba y quien murió de una aparente sobredosis de drogas.
En el sofá yacía una mujer de 35, inconsciente y sin respuesta, pero con un pulso débil. Los paramédicos le suministraron una dosis de Narcan, un antídoto contra el opio, antes de llevarla de urgencia hacia el hospital.
Luego estaba el problema de los conmovidos hijos de la pareja: una niña de 7 años, un niño de 3, otro de 2 y una bebé de un mes, quien lucía un vestido color púrpura.
Estaban siendo consolados por los vecinos de la puerta de al lado, los mismos que discaron al 911 más temprano luego de escuchar a la más grande de las hijas gritar: “¡Auxilio! No podemos despertar a mamá y a papá“.
El protocolo dicta que los niños necesitarían ser llevados a South Precinct, luego a una corte de familia, y finalmente a la custodia de Child Protective Services en DHR, el Departamento de Recursos Humanos de Alabama.
Eran ya las 9 pm cuando Burton, a menos de dos horas de terminar su turno, le hizo saber a su esposo que llegaría tarde del trabajo ese día. “Fue horrible“, le dijo a The Washington Post. “Era una situación muy triste“. Pero no era la primera que enfrentaban.
Una oficial en entrenamiento con Burton le dio a los dos niños su linterna; pronto, los pequeños estaban corriendo alrededor, alumbrando los rostros de la gente. La de 7 años estaba más quieta, contó. La agente le preguntó si necesitaba algo.
La niña preguntó si alguien podría firmar su tarea, así podría dársela a su maestra al día siguiente. “Me rompió el corazón. Ella dijo ‘hice mi tarea’. La sacó y nos la mostró. Era sobre matemáticas… ‘qué número es más grande’, y así. Le dije: ‘Cariño, probablemente no tengas que ir al colegio mañana… pero adonde irás tendrás todo lo que necesites’“.
En el apartamento, Burton halló fórmula para bebé sin abrir y un biberón. Tomó ambos.
En el precinto, los oficiales le dieron todo lo que los menores querían comer de la máquina expendedora. Allí, Burton se sacó su chaleco y otros elementos para poder sostener al bebé con comodidad y darle su alimento. Deberían haber pasado horas desde que hubiera sido alimentada, pensó.
“Muchos de nosotros somos padres“, señaló el vocero de la policía de Birmingham, teniente Sean Edwards. “Vamos al modo-padre y no necesariamente el modo-policía… La oficial Burton quería simplemente tenerlo y abrazarlo“.
Y eso es lo que hizo. Pronto, la bebé se durmió en su hombro. En algún momento, alguno en el precinto tomó la fotografía de la escena, y Burton se la mostró a su esposo. Edwardsdijo que no estaba sorprendido por el accionar de la mujer policía. El departamento tiene más de 800 oficiales y todos están preparados para diferentes escenarios.
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