lunes, 29 de febrero de 2016

Profesional de S.P.M. llama a valorar a los seres queridos no solo en momento de dificultad.

AN PEDRO DE MACORIS. Un profesional de esta ciudad llamó a valorar a los seres queridos dándoles apoyo no solo en sus momentos de dificultad, sino siempre.
El licenciado Johnny Beltré Figuereo llamó a sacar tiempo para hacer esa valoración para luego no tener que lamentarnos.
Veamos su consideración en el siguiente artículo de corte humano:
Expresemos más nuestros Buenos Sentimientos
Una forma muy común de nosotros mostrar amor y afecto por nuestros familiares y amigos es acompañándolos y dándole apoyo en sus momentos de dificultades, este apoyo puede ser moral o económico, pero por lo regular se demuestra solo cuando dichos amigos y familiares están en situaciones de enfermedad, problemas económicos o alguna situación especial con un hijo, hermano o con sus padres, etc., etc.
Quizás la mayoría de veces envueltos en la rutina de trabajo, estudios y uno que otro entretenimiento, nos olvidamos de mostrar que tenemos amor y afecto por esas personas que consideramos especiales en nuestras vidas.
Olvidamos que no tenemos que esperar a que los demás estén en situaciones especiales para mostrarle ese amor y ese interés que tenemos por su bienestar.  Se nos pasa que con una llamada, el envío de un saludo atraves de otra persona y sobre todo con una visita aun siendo esta por poco tiempo, podemos expresarles tanto y darles a entender que tienen una importancia invaluable para nosotros.
Esas visitas frecuentes sin existir un motivo que no sea el simple hecho de saber de ese ser querido, de saludarlo, de compartir un rato, son momentos que siempre van a marcar nuestras vidas de una forma positiva y agradable.
No esperemos tener una situación extraordinaria para visitar y hacerle saber a nuestros seres queridos que los amamos, los apreciamos y nos interesa que estén bien.  Muchas veces esperando esas situaciones extraordinarias se nos puede hacer muy tarde.
Algo así como esto último me acaba de suceder con mi querida ABUELA ISABEL PEÑA, aparte de llevar el dolor de haberla perdido, me acompaña un dolor adicional por el hecho de haber bajado la frecuencia de visitarla y todo por uno sumirse en unas rutinas que le quitan esos verdaderos y valiosos momentos que nos dan vida, y esto ha provocado que me quedara con el dolor de no haber compartido más con ella.
Entre otras cosas, recuerdo su alegría al recibirme cuando la visitaba, mucho más si yo estaba acompañado de mis niños, en esos momentos mostraba una felicidad adicional, siempre me dió a entender lo mucho que le agradaba verlos. 
Nunca podía salir de su casa sin tomarme ese poco de café que con tanto amor preparaba.  De hecho por un largo tiempo su casa era el único lugar donde tomaba café.
Cuanto me apena no haber dado más  de mí.   Oh mi querida ABUELA, que ese fallo mío nos sirva tanto a mí como a otras personas para ser más atentos con nuestros seres queridos, que seamos más expresivos con los BUENOS SENTIMIENTOS que sentimos por ellos y nos dediquemos con mayor interés y entusiasmo a hacer lo que con tanta facilidad usted hacia: DAR AMOR, EXPRESANDOLO SIN MEZQUINDAD Y SIN IMPORTAR EL PARENTEZCO.
Adiós ABUELA.

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