¿Te duelen las articulaciones? Puede ser bursitis
La bursitis es la inflamación del saco lleno de líquido, llamado bursa o bolsa sinovial, que rodea las articulaciones del cuerpo (hombros, codos, cadera, rodillas entre otras); la bursa reduce la fricción de las articulaciones ya que proporciona una especie de cojín entre los huesos, tendones y músculos que presentan movimiento constante.
La bursitis puede ser resultado de traumatismos, lesiones, irritaciones, infecciones, sobrecarga crónica o enfermedades como la artritis reumatoide, gota u osteoartrosis, y por lo general se presenta en las articulaciones de hombro, codo, cadera y rodilla afectando también áreas como el tendón de Aquiles y el pie.
Los síntomas de la bursitis incluyen:
- Inflamación (hinchazón), enrojecimiento y aumento de la temperatura en la articulación.
- Dolor y sensibilidad en el área cercana a la articulación, especialmente cuando se presiona alrededor de la misma.
- Rigidez cuando se pone en movimiento la articulación afectada.
El diagnostico lo dará un médico a través de una adecuada exploración física para así poder diferenciar una bursitis de otro padecimiento articular. Puede llegar a ser necesario el uso de radiografías y pruebas de laboratorio para confirmar el padecimiento. Si se confirma la bursitis, puede llegar a ser necesario la extracción del líquido de la articulación a través de una aguja para descartar la posibilidad de una infección en la zona.
El tratamiento puede incluir:
- Reposo temporal de la articulación afectada.
- Aminorar la presión en la articulación hasta que la inflamación desaparezca.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) pueden aminorar el dolor y la inflamación.
- Aplicación de frío durante 20 a 30 minutos tres veces al día.
- La fisioterapia llega a ser necesaria, ya que en muchas ocasiones, y según la articulación afectada, se debe mantener la movilidad de la articulación para evitar que se atrofie.
- Aplicación de vendaje para evitar que la bursa vuelva al llenarse de líquido y limite la movilización de la articulación.
- En caso de que no se obtengan resultados adecuados con el tratamiento inicial puede llegar a ser necesaria la extracción del líquido de la bolsa y a su vez inyectar corticosteroides.
- Evitar el movimiento o ejercicio que ocasionó la lesión, por lo menos durante un mes.
- Solo si el problema persiste se debe recurrir a la cirugía.
- En caso de bursitis provocada por una infección, el médico tratara el padecimiento con antibióticos.
Dentro de las medidas preventivas debemos, dentro de lo posible, evitar las actividades que involucren movimientos repetitivos de cualquier articulación del cuerpo.


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