Vender empanadas herencia familiar

Pasados los 10 años vendiendo empanadas en diversos lugares, y 25 en la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), Maribel Terreno, mejor conocida como “Mary”, decidió tomar un descanso, y se retirarse físicamente de la venta de empanadas en su puesto en los alrededores de la casa de estudios, dejando a dos de sus seis hijos, la gran responsabilidad de continuar el negocio.

Manolo Medina y Reyeca González, hijos de Mary pero de diferentes padres, continuaron la venta de las famosas empanadas para subsistir y ayudar a su madre a vender la mercancía que ella prepara en el hogar.

Manolo comenta que se integró al negocio a la edad de tres años, y desde ese momento ha ayudado incansablemente. Unos años después se dedicó a preparar y vender los jugos.  

Según sus hijos, Mary es la pionera de las empanadas en el país, quien antes de integrar a sus descendientes en el negocio, vendía en Plaza Criolla en la Máximo Gómez, y hacía empanadas con unos argentinos, considerados los primeros en hacerlas en el país.

Cuenta que rellenar las empanadas fue algo que creó su madre junto a los argentinos con los que trabajaba.

“En aquel momento nadie hacía las empanadas así, solo ellos. Las que se hacían eran de carne molida con pasas, y le llamaban empanadas argentinas El Mangruño. Así fue que empezó este negocio”, dice.

Ventas

Todos los días Reyeca de 28 años, y Manolo de 38, salen a las tres de la tarde de su vivienda ubicada en Las Cañitas hacia el  puesto improvisado que han establecido.

Ambos comentan que cuando llegan a su puesto, ya hay personas que los están esperando para comprar.

“Dios nos ha bendecido grandemente, porque a pesar de que mami no está en el negocio, hemos salido adelante de la mejor manera, y la gente se da cuenta que aunque ella no sigue vendiendo, su sazón está aquí”, indica Manolo.

Añade que han obtenido muchos beneficios, especialmente Mary, pues gracias a este negocio de empanadas, ha logrado construir una “buena casa” y adquirió su propio vehículo.

Preparación

Manolo expresa que el proceso para realizar las famosas empanadas “Mary”, es prepararlas al estilo argentino, que es con una masa natural, y después que se hace la masa proceden a elaborar los diferentes rellenos.

Indica que hacer el agradable bocadillo es el “gran secreto mágico” de su madre, ya que muchas veces no permite que la vean mientras prepara la harina.

“Mami es la que tiene su sazón, es algo tan extremo que ella ni deja que nadie vea cuando está preparando su harina. Tiene su cocina aparte para preparar la venta. Ella tiene gente que la ayuda a picar los vegetales, guayar el queso, pero cuando se trata de preparar el pollo y la masa, no deja que nadie la ayude”, expresa.

Resalta que las empanadas Mary se diferencian de las demás por la calidad e higiene que poseen. “Tú puedes ver que aquí se compra un aceite jumbo diario, nosotros no usamos un aceite dos veces, el que utilizamos en el puesto lo vendemos por la casa. El aceite siempre está limpio y eso es algo esencial”, manifiesta.

Variedades

De su lado Reyeca, quien se integró a la venta de empandas con su madre desde que tenía nueve años, ahora es la encargada de freírlas.

 Aseguran que venden más de 600 empanadas en un solo día.

“Aquí vienen clientes de todas partes y prácticamente de todas las empresas que nos quedan cerca”, agrega en indica que cada día reciben un aproximado de 200 a 300 clientes, aunque muchas veces depende del cuatrimestre de la universidad, porque hay algunos que son “flojos”, mientras que en otros hay más estudiantes.

Estadísticas

El sector informal  es parte importante de las estimaciones del producto interno bruto (PIB). En él han encontrado empleo más del 50% del total de ocupados en el país, según informaciones ofrecidas por el Banco Central. Explica la autoridad financiera que “para aquilatar la importancia de la informalidad en comercio y manufactura, basta observar que cerca del 70% de los ocupados en el comercio pertenecen al sector informal, y aproximadamente un 30% de los trabajadores en la actividad manufacturera son informales”.

((Negocio
Difi cultades que se han presentado
“Nosotros hemos pasado muchos momentos difíciles, pero todo tiene su recompensa. A mí me encanta este trabajo, pues de él es que vivo y tengo la vida entera en esto”, dice Reyeca.

Según ella, la venta de empanadas ha evolucionado de manera muy positiva al transcurrir los años. Antes no había tantos clientes, y además, el lugar no era un punto estratégico como lo es ahora, explica.

“Hace algunos años para uno ver un carro pasar tenía que esperar más de diez horas, y para poder vender una o dos empanadas teníamos que esperar muchísimo más. Pero ahora no, este negocio ya tiene un nombre”, expresa.

Para estos hermanos, la venta de empanadas no ha sido fácil y resaltan que ese trabajo no es para todo el mundo porque hay que dedicarle un trato especial a los consumidores para que se sientan bien atendidos.

 Logros y metas

“Yo mantengo a mis dos hijas, y mi hermano a sus cinco hijos con este negocio. También tengo mi casa gracias a este trabajo”, expresa Reyeca.

Con la venta de empandas su familia ha podido salir adelante, aunque asegura que el único problema son los obstáculos que les pone el ayuntamiento, el cual muchas veces los han quitado del lugar donde venden.

Indica que aunque solo están instalados en la UCSD, tienen planificado crear otros puestos.

Ingresos

Aproximadamente sus ingresos diarios rondan los 20,000 pesos con la venta de las empanadas y los jugos.

 Consideran que esta recaudación diaria es una buena cantidad de dinero ganada dignamente.