Un Día en mi Batey Esperanza, descubre como vive la gente de esta comunidad
A pocos kilómetros del centro del municipio San Pedro de Macorís, nos encontramos con el Batey Esperanza, una comunidad ubicada en terrenos del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), compuesta por una población de haitianos y descendientes en un 80% y un 20% dedominicanos, quienes se desempeñaron en la industria cañera desde principio del siglo XX.
Ausentes de calles, aceras y contenes, esta comunidad, está compuesta por tres barrios: Cristo Rey, Esperanza y Espiritu Santo, en los que existen 2,130 viviendas, de estas solo 64 de block, el resto de madera y planchas de zinc. Se observa un modelo de comunidad en hacinamiento con calles muy estrechas por donde apenas puede transitar una motocicleta.
Una población de 1,594 (0 a 11); 438 (12 a 16); 1,300 (17 a 35) y 3,260 (36 en adelante) para un total de 6,592 personas, conviven en este batey, según un estudio realizado en el 2013 por el Comité de los Derechos Humanos que opera en esta localidad.
la comunidad cuenta con cuatro centros religiosos, dos centros de educación estatal, quince colmados, seis bancas de lotería y dos centros de prostitución.
Necesidades de Batey Esperanza
Entre las múltiples necesidades identificadas en la comunidad se encuentra en primer lugar, la ausencia de calles asfaltadas, aceras y contenes, situación que provoca la polvareda en tiempo de sequía aumentando así los riesgos de enfermedades en los habitantes, de manera especial de los niños y ancianos. Por otro lado, cuando llueve el polvo se convierte en fango que deja casi incomunicada a la población.
Desde el año 2013, todos los hogares gozan del programa 24 horas de energía eléctrica, sin embargo no cuentan con alumbrado público, “necesitamos que de manera urgente nos coloquen lámparas ya que esta oscuridad hace que aumente la delincuencia por las noches” expresa la señora Josefina Luis.
“No hay delincuentes residentes en la zona, pero, en las últimas semanas tres encapuchados se han dado a la tarea de venir desde que oscurece y asaltar a los transeúntes” denuncia un residente.
La localidad no cuenta con servicio médico permanente, sino que al centro de atención primaria acude un médico por algunas horas cada día, “La suerte es que contamos con un enfermero que vive en el batey, y a él acudimos en medio de cualquier emergencia que se presente por las noches” narra el señor Raúl Garcy, representante del comité de los Derechos Humanos del batey.
Tampoco existe sistema sanitario adecuado, la mayoría de los hogares cuentan con letrinas, lo que pone en riesgo la salud de los habitantes.

Mujeres y hombres del batey Esperanza
La presidenta de la Junta de Vecinos, narra que de vez en cuando logran llevar instructores para que impartan cursos de manualidades a las mujeres, aún así este segmento poblacional continúa siendo víctima de las oportunidades, ya que la falta de empleos es notoria tanto para hombres y mujeres.
Los hombres a su vez, se desempeñan en el oficio de la construcción, algunos tienen empleos en la zona franca y otros trabajan como motoconchistas.
Por las noches salen a divertirse a cualquiera de los dos centros de diversión que existen en la comunidad.


Niños
Los menores aprovechan el sistema educativo estatal, acuden a la Escuela Primaria Batey Esperanza y al liceo Pedro Feliciano Martínez, este último con la tanda extendida.
La población infantil en la primaria está compuesta por 80% de niños haitianos y dominicanos de padres haitianos y un 20% de niños dominicanos de padres dominicanos.
Al conversar con la directora de la escuela, la licenciada Ondina García, nos cuenta que los niños son provistos de uniformes, de útiles escolares cada año, así como del desayuno escolar de manera diaria.
Narra que tanto los niños dominicanos como los haitianos que acuden a recibir docencia son tratados con el mismo respeto, sin distinción por nacionalidad, cuenta que los niños que vienen de Haití y no cuentan con documentos, son inscritos en la escuela, “No le negamos el derecho a la educación a ningún niño” expresa Ondina.
En cuanto a los embarazos en adolescentes, en el año 2013 se registró 4 casos, en edades de entre 13 y 16 años. La directora del centro educativo cuenta, que estas jóvenes dan a luz a sus hijos y terminan desertando de la escuela.


Comunidad haitiana
“Soy haitiano, vine a vivir aquí en el año 1981 y nunca he sido discriminado por los dominicanos, soy pastor evangélico y nunca he tenido problema, ni mi esposa, ni mis hijas” expresa el señor Moisés Felipe.
Felipe vive con su esposa y sus hijos, al lado de su vivienda ha construido un pequeño templo llamado “Iglesia Dios Ayuda al Necesitado” , en este lugar el pastor imparte docencia a niños, y también se desarrolla el programa “Quisqueya Aprende Contigo”.
Expresa que en todo el tiempo que ha residido en la República Dominicana, no ha recibido ningún tipo de discriminación por parte de las autoridades dominicanas, dice además, que conoce este país más que al suyo propio.
Los residentes del Batey Esperanza solicitan a las autoridades, ahora que se acerca un proceso electoral que tomen en cuenta las necesidades de esta comunidad.
Cortesia de: COC Noticias
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