jueves, 19 de febrero de 2015

Denominaciones de origen, una oportunidad para agro


Las denominaciones de origen (DOP) están asociadas a productos (café de Barahona, casabe de Monción, mango de Baní) con una calidad diferenciada, únicos en su clase y que incorporan el conocimiento de las personas que los producen o procesan, su cultura, historia y un ambiente natural especial.
Las DOP pueden constituir lucrativos negocios que mueven miles de millones de dólares y alcanzan la misma fama que cualquier marca internacional. No se conoce mucho en los países en desarrollo sobre estas peculiares formas de propiedad intelectual.
Estos planteamientos son de Amadeo Escarramán, investigador del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf).
Define los productos con DOP como los que su calidad o características se deben a factores naturales y humanos de una zona geográfica delimitada, de la que toman el nombre.
“Los alimentos de calidad diferenciada son productos que están protegidos por una normativa y que garantizan el cumplimiento de requisitos superiores a los exigidos para el resto de productos. Los signos distintivos son los que se aplican para diferenciar determinados productos o servicios en el mercado.
“La marca o nombre comercial es muchas veces el activo más importante que concentra todo el prestigio y reputación de una empresa. Sin embargo, las DOP no se pueden confundir con las marcas, ya que no pertenecen exclusivamente a una empresa o conglomerado empresarial.
“La producción, transformación y elaboración del producto se realiza siempre en la misma zona. Son formas únicas de propiedad intelectual colectiva que confieren distintos derechos”, según Escarramán.
El Estado otorga a los productores y fabricantes regionales el derecho exclusivo a utilizar un nombre asociado a una zona geográfica, que deberá usarse únicamente para esos productos. Existe una vinculación directa entre las características diferenciadoras del producto y los aspectos culturales y su lugar de origen. Por ello, las DOP transmiten a los consumidores un conjunto de cualidades o atributos.
Café. En el caso del café dominicano, el Idiaf y el Consejo Dominicano del Café (Codocafé) realizaron un estudio en el que encontraron características particulares en algunas zonas productoras, a las que se les podrían atribuir al medio geográfico y al conocimiento de los caficultores.
El estudio “Atributos de Calidad del Café de la República Dominicana” arroja resultados importantes para considerar cuales zonas productoras tienen el potencial para producir un café con calidad diferenciada.
“En base a esa investigación el país ha basado la estrategia promocional a nivel internacional por medio de una diferenciación del producto y una segmentación de los mercados, en búsqueda de que se reconozca y se posicione el café en los más selectos mercados gourmet. A su vez, se busca que el país se reconozca como uno de los que ofrecen diferentes tipos de café que satisfacen los más variados gustos de los consumidores”, según Escarramán.
“Los consumidores quieren conocer el origen y forma de producción (trazabilidad) del café que están comprando, motivado por la conciencia social y la seguridad alimentaria. Desde este punto de vista el sistema de Denominaciones de Origen garantiza a los consumidores que el producto es original y único, y que además, se pueden conocer todos los pasos de su proceso de producción y transformación”.
Cortesia de: Hoy Digital

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