Esposos empresarios de S.P.M. contribuyen con felicidad de una familia.

SAN PEDRO DE MACORIS. El señor César Antonio de la Rosa y su pequeña familia, quienes residen en Los Conucos de Juan Dolio, disfrutó de un momento agradeble dentro de su precaria situación de vida, cuando los esposos Laritza Taveras y Juan Estévez, tuvieron la iniciativa de repararle y pintarle su humilde vivienda.
Los esposos, quienes son los propietarios de Editora y Papelería 23, acudieron a la vivienda acompañado de varios amigos y convirtieron el momento en pasadía, donde además de mezclar, martillar, clavar, desclavar y pintar, también cocinaron y jugaron dominó.
Allí todo fue alegría y satisfacción cuando César y su familia observaban cómo su pequeña vivienda cambiaba en un solo día, para estar en una mejor condición.
En medio de una precaria situación de salud, César, más que vivir, sobrevive en un mundo de precariedades e incertidumbre, padeciendo de una enfermedad renal, lo que provoca que sea dializado tres veces a la semana.
Además de eso, perdió la visión de su ojo izquierdo, padece de catarata y tiene probabilidades de una operación.
De su ojo derecho ya fue operado, lamentablemente sin buenos resultados, ya que del mismo le fueron extraídos todos sus órganos.
César Antonio de la Rosa laboro durante 21 años como chofer en la Asoción de Camioneros de la Romana y está casado con la señora Reyita Castillo Amparo.
Es padre de Ericson Samuel, de 14 años, Joaquín Teneuris, de 13 y Crismeidy Anaikys, de 5 años.
A pesar de las penurias que sufre por sus enfermedades, en diciembre del 2012 se incendió su pequeña vivienda, convirtiéndose totalmenteen en cenizas y meses más tarde, sus vecinos y amigos de la comunidad les ayudaron a levantar con palos del monte, otra vivienda la cual habitan hasta la fecha.
Los esposos Juan De Jesús Estévez y Larissa Taveras, propietarios de Editora y Papelería 23, decidieron dedicar un domingo de su tiempo junto a sus dos hijas Johanna Laritsa y Johanny Rachell De Jesús, para compartir con esta familia un pasadía inolvidable.
Invitaron a varios de sus amigos, entre ellos Leonardo Espinosa, Vladimir Nolasco, José Vásquez (Chelo), Enrique Torres Sánchez, Juan José Carpio Martínez, Leonido Sánchez Rosario, Virginia Estefani Reyes y Mailin Estefani Santana, quienes participaron en la reparación de la pequeña vivienda.
Julio Cesar Beras Rivera, fue quien dirigió el operativo de reconstrucción junto a familiares y vecinos, entre ellos Edelmira Castillo Amparo, José Enrique Astacio, Domingo Cordero Vilorio, Edwin, Ana María Almonte Aaron y Silvia Patricia Méndez Aaron.
Un grupo de hombres y mujeres, que decidieron unirse y trabajar en equipo para hacer feliz esta familia, le echaron piso, instalaron ventanas y pintaron la casa, todo esto en un día lleno de entusiasmo, alegría y confraternidad.
Además disfrutaron de una rica comida, jugaron domino, y lo más importante, compartieron en familia de una manera desinteresada y aportando lo más importante: las ganas de hacer las cosas y marcar la diferencia, sin esperar nada a cambio, más que la bendición de Dios.
Cortesia de: Macoris del mar

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