Gran malestar en PRSC por surgimiento de un grupo promueve a Miguel Vargas

Gran malestar en PRSC por surgimiento de un grupo promueve a Miguel Varga

Un gran malestar ha generado a lo interno del Partido Reformista Social Cristiano la designación de Sergio Cedeño como secretario ejecutivo de esa entidad, ya que lo consideran como “cabeza de playa” del presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, para conquistar a dirigentes y cuadros políticos del PRSC para su proyecto presidencial de 2016.

El mayor disgusto está en el Directorio Presidencial (DP), máximo órgano de dirección de esa formación política, donde se manejan informaciones del “trabajo de zapa” que está realizando Cedeño a favor de Miguel Vargas, a quien le tiene “gratitud externa” por haberlo impuesto como candidato a senador por el PRD en la provincia de San Pedro de Macorís en las pasadas elecciones congresuales y municipales de 2010.

Es voz populi que Sergio Cedeño está conformando un grupo o movimiento a lo interno del reformismo para hacerlo público cuando se oficialice la candidatura de Vargas Maldonado, del que asegura será el candidato oficial del PRD

El agradecimiento “externo” es porque por encima de la dirigencia perredeísta de San Pedro de Macorís y de dirigentes nacionales de ese partido, Miguel Vargas lo impuso como candidato a senador, lo que también hizo con otros reformistas que igual que Cedeño traicionaron al PRSC en los comicios de 2010.

Una fuente de entero crédito que fue testigo de excepción contó a ULTIMAS NOTICIAS que hace varias semanas el secretario ejecutivo en un receso de una reunión de trabajo donde daban los toques finales a uno de los seminarios de “capacitación y estrategias políticas” que él le ha “vendido” a la dirección del partido como la “fórmula salvadora” de crecimiento, comentó -quizás tanteando a los dirigentes que estaban a su alrededor- lo siguiente: “Aquí hay en el partido declarados pro-danilistas, pro-leonelistas y pro-Hipólito y por qué yo, que soy amigo personal de Miguel Vargas, que me ha distinguido y me ha apoyado no formo un grupo pro-miguelista”.

Solo uno del grupo –tal vez en agradecimiento por el aumento de sueldo que recibió recientemente- le dijo que lo apoyaba y hasta le dio una palmada en el brazo que Sergio respondió con una sonrisa de satisfacción.

Se supo que miembros del DP y de la Comisión Política Nacional (CPN) que conocen del “trabajo de zapa” que hizo Cedeño en San Pedro de Macorís y que ha comenzado a hacer desde ahora a lo interno del partido a favor del proyecto presidencial de Miguel Vargas, solicitarán en la próxima reunión de la Comisión Ejecutiva (CE) su destitución como secretario ejecutivo del PRSC.

Recordaron el daño que hizo el ex candidato a senador por el PRD en las elecciones de 2010, cuando en una labor de zapa se llevó al partido blanco a dirigentes y cuadros importantes del PRSC en San Pedro de Macorís y aseguraba públicamente que los reformistas no sacaban un uno por ciento (1%) en esa consulta electoral.

Hay quienes dicen que de nada le valió ese trabajo de destruir el PRSC porque perdió la senaduría de manera de vergonzosa y humillante por la baja votación que alcanzó y los perredeistas tras su derrota deshonrosa le dieron la espalda y la promesa de llevarlo a la Comisión Policía del PRD y designarlo como uno de los vicepresidentes de esa organización opositora se fue a pique, lo que lo obligó a tener que volver al reformismo y comenzar a “pelear y dar codazos”, al estilo perredeista, para lograr la posición ejecutiva que tiene hoy en el partido.

Muchos dirigentes que sudaron la camiseta y gastaron la suela de sus zapatos recorriendo el país pueblo por pueblo con el ingeniero Carlos Morales Troncoso a la cabeza recuerdan llenos de orgullo y satisfacción que en esas elecciones de 2010 el PRSC obtuvo una votación de poco más del 7% de los sufragios, con lo que consiguió volver a ser una fuerza mayoritaria y recibir los casi 18 millones de pesos que recibe mensualmente de la Junta Central Electoral y que por ironía de la vida los está manejando a su antojo Sergio Cedeño. (R. Brito)