lunes, 2 de junio de 2014

Daños que produce el tabaco a la salud oral

Las personas fumadoras casi siempre son pacientes periodontales
Las personas fumadoras casi siempre son pacientes periodontales. Fuente externa
Desde hace años se ha iniciado una campaña mundial con el objetivo de crear conciencia sobre los daños que ocasiona el tabaco, no sólo al fumador, sino también a quienes están a su alrededor y al medio ambiente.
Cada día más personas abandonan el vicio del tabaco, pero muchos persisten y quizás decidan abandonarlo cuando su salud está impactada negativamente y de forma irreversible.
Fumar afecta la salud general y, por supuesto, la salud oral, ya que internamente son los tejidos de la cavidad oral los que tienen el primer contacto con el humo y el tabaco.
Labios, encía, carrillo, lengua, dientes, y paladar son los órganos bucales que primero reciben el humo y por tanto, los primeros afectados en cuanto a salud y estética.
Un paciente fumador aumenta las posibilidades de padecer de caries y enfermedad periodontal, la retención de placa bacteriana es mayor y más difícil de eliminar, las encías tienden a retraerse, como una forma de defenderse de la agresión continúa del humo y del aumento de temperatura en la cavidad oral, entonces quedan al descubierto las raíces, comprometiéndose la estética, apareciendo la enfermedad periodontal y la hipersensibilidad dentaría.
La presencia del tabaco altera la flora microbiana natural de la cavidad oral, la cual junto con el cálculo dental son las principales causas de la halitosis.
Esa misma alteración de la flora bucal aumenta las posibilidades de padecer de gingivitis y periodontitis, ya que la capacidad de responder ante factores irritantes se ve alterada.
Los pacientes fumadores casi siempre son pacientes periodontales, por varias razones: se dificulta la higiene, aumenta el acumulo de placa bacteriana, el humo disminuye la respuesta inmunológica y la nicotina es un vaso constrictor que afecta la circulación en la gingiva, por lo que todo fumador debe prestar una atención especial a su higiene oral, a sus consultas periódicas al periodoncista y -sobre todo- eliminar el hábito de fumar de su vida.
Estéticamente, los dientes de pacientes fumadores tienden a mancharse, pasando de un tono amarillo oscuro a marrón. Los procedimientos tradicionales de blanqueamiento serán efectivos por un periodo de tiempo muy limitado, ya que si continúa el hábito, las manchas y pigmentaciones reaparecerán en un periodo de tiempo pequeño.
El humo provoca lesiones en toda la mucosa oral, algunas benignas y otras malignas, siendo el tabaco una de las principales causas del cáncer oral. Ante el primer cambio de coloración en la mucosa y la aparición de lesiones blanquecinas, es urgente la visita al profesional de la salud oral.
Los signos o síntomas más comunes del cáncer oral son: manchas blanquecinas o rojizas en los tejidos blandos, crecimiento anormal de tejido, xerostomia, sensación de resequedad, hemorragias, cicatrización lenta después de un procedimiento quirúrgico como por ejemplo una extracción dental. El cáncer oral es sumamente agresivo en cuanto a tratamiento se refiere, amerita generalmente medidas y tratamientos que dejan importantes secuelas, además de ser una enfermedad con un alto índice de mortalidad.

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