Ecuador acude a comicios locales pendiente de posible revés de partido de Corre
Los ecuatorianos elegirán este domingo gobiernos locales, expectantes de la suerte que correrá el oficialismo en Quito y Guayaquil, tras encuestas que vaticinan una derrota electoral por partida doble del movimiento liderado por el presidente Rafael Correa. El popular mandatario realizó una intensa actividad proselitista -rechazada por sus adversarios como una injerencia indebida en campaña- después de que la dispersa oposición captó la intención de voto en la capital y en Guayaquil (suroeste), las mayores ciudades del país, con 2,2 y 2,3 millones de habitantes, respectivamente. Alianza País, el movimiento de origen izquierdista fundado por Correa y con el que ganó la presidencia en 2007, detenta la mayoría de gobiernos locales, a excepción del puerto de Guayaquil (suroeste), bastión de la derecha desde hace dos décadas.
En Quito, feudo del partido en el poder, las mediciones publicadas una semana atrás ubicaban al abogado de centroderecha Mauricio Rodas (39 años) por delante del alcalde oficialista y aspirante a la reelección, Augusto Barrera (52), con una ventaja de entre tres y seis puntos. En Guayaquil la tendencia favorecía por amplio margen al alcalde opositor Jaime Nebot (67 años), frente a Viviana Bonilla (30). La ley electoral impide la difusión de encuestas en la recta final de la campaña.
Si bien los sondeos otorgan ventaja al oficialismo a nivel nacional, el riesgo de una derrota en las dos principales plazas llevaron al presidente a comprometer su capital político, al menos simbólicamente. “Este domingo no está en juego solo la alcaldía de Quito, está en juego la propia Revolución Ciudadana”, proclamó Correa en alusión a su proyecto político de corte socialista. Reelegido hace un año para un nuevo mandato que concluirá en 2017 y con mayoría parlamentaria, Correa quiso posicionar la idea de que un triunfo de la derecha en Quito abriría un período de ingobernabilidad, un fantasma que acechó a Ecuador durante una década (1996-2006), cuando tuvo siete presidentes, tres de ellos derrocados por presión popular.
“Hay toda una operación de la derecha nacional e internacional en Quito para captar la alcaldía y empezar un proceso como el que lamentablemente está viviendo Venezuela y, en menor medida, Argentina, donde se apoderan de las capitales y de ahí (se genera) protesta, violencia, boicot, obstruccionismo”, alertó. Más de 11 millones de electores, entre una población de 15,9 millones de habitantes, deberán elegir 23 prefectos, 221 alcaldes, 1.305 concejales municipales y 4.079 vocales de juntas locales.
El riesgo para Correa
Analistas consultados por la AFP descartan el escenario de desestabilización descrito por Correa argumentando la fortaleza del gobierno, aunque coinciden en que el mandatario lanzó una apuesta arriesgada al convertir las elecciones locales en un voto de confianza a su gestión cuando todavía faltan tres años para las presidenciales de 2017, en las que el mandatario, por ley, no podrá presentar su candidatura. Una derrota en Quito y Guayaquil le quitaría a Correa la “imagen de que es invencible después de que no ha perdido ninguna elección” y le daría una “bocanada de oxígeno a la oposición, aun cuando no haya todavía un actor político que pueda cosechar esto” de cara a 2017, dijo el politólogo Simón Pachano, autor del estudio Calidad de la democracia e instituciones en Bolivia, Ecuador y Perú. En efecto, Correa se ha impuesto en siete procesos electorales desde su ascenso al poder.
Analistas consultados por la AFP descartan el escenario de desestabilización descrito por Correa argumentando la fortaleza del gobierno, aunque coinciden en que el mandatario lanzó una apuesta arriesgada al convertir las elecciones locales en un voto de confianza a su gestión cuando todavía faltan tres años para las presidenciales de 2017, en las que el mandatario, por ley, no podrá presentar su candidatura. Una derrota en Quito y Guayaquil le quitaría a Correa la “imagen de que es invencible después de que no ha perdido ninguna elección” y le daría una “bocanada de oxígeno a la oposición, aun cuando no haya todavía un actor político que pueda cosechar esto” de cara a 2017, dijo el politólogo Simón Pachano, autor del estudio Calidad de la democracia e instituciones en Bolivia, Ecuador y Perú. En efecto, Correa se ha impuesto en siete procesos electorales desde su ascenso al poder.
Pero ante el riesgo de un revés en Quito, el gobernante cambió de estrategia y volcó todos sus esfuerzos en conservar para su partido la alcaldía capitalina, tras empeñarse en un comienzo en conquistar Guayaquil. Su agresiva campaña a favor de Barrera levantó los reclamos de la oposición. “La autoridad electoral, que debió actuar independiente e imparcialmente, no ha parado los abusos, por ejemplo del uso de recursos públicos, de la campaña oficialista. Existe mucha inequidad en todo el proceso” electoral, dijo Rodas a la AFP.
Además de las principales ciudades, Correa busca una victoria en las provincias amazónicas y del sur del país, donde existe una fuerte resistencia indígena a sus proyectos petroleros y mineros.
En Ecuador el voto es obligatorio para las personas entre 18 y 65 años, y facultativo para quienes tienen 16 y 17 años y miembros de la fuerza pública
En Ecuador el voto es obligatorio para las personas entre 18 y 65 años, y facultativo para quienes tienen 16 y 17 años y miembros de la fuerza pública
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